miércoles, 2 de julio de 2008

Él


Un día desperté y estabas a mi lado, tus ojos medio cerrados, sonriente, -Buenos días princesa-, la brisa acariciaba tu cuerpo al compás de mis manos, deseé alargar ese instante toda mi vida, todo pasó en un abrir y cerrar de ojos visto ahora.
Un primer día, tras letras que querían decir más de lo que transmitían, me abrazas, te abrazo, tu primera sonrisa para mi, mi flechazo.
La timidez empieza a apoderarse de mi, magia y litros de alcohol para tragar con ellos mis ganas de no dejarte marchar nunca.
Magia, ahí estaba en vivo y en directo señores y señoras, ese hombre nos trajo lo que en ese momento estaba pensando, magia pura magia demostrada y palpable.
Cambiaste entonces mi yo en el catástrofico mundo del amor, mi aquel en ese momento, en este, mis ganas de sonreír aumentaron a la vez que las de estar a tu lado...
Y entonces un día desperté y estabas ahí sonriente, la brisa acariciaba tu cuerpo igual que mis manos, todo pasó en un abrir y cerrar de ojos.

1 comentarios:

Miguel Bermúdez dijo...

Que bonito es el amor en el momento en el que se tiene, y como negamos con la cabeza cuando nos maltrata y nos apalea sin razon aparente.

Termina, y en ese momento lo que algunos deseamos es no tener nada parecido...

...Y es que eso de tener sentimiendo jode