Me gusta jugar a las tabas.
Y al monopoly, pero sólo cuando soy la banca.
Me encanta jugar a las canicas, siempre gano. El juego de la oca es una idiotez.
Aunque menos que las damas, el cubo de rubbik, y todas esas tonterías de los países del este.
Las adivinanzas no son lo mío.
Los dados las cartas y la rayuela... están bien. El corre que te pillo tiene un pase, pero eso es todo.
Y al monopoly, pero sólo cuando soy la banca.
Me encanta jugar a las canicas, siempre gano. El juego de la oca es una idiotez.
Aunque menos que las damas, el cubo de rubbik, y todas esas tonterías de los países del este.
Las adivinanzas no son lo mío.
Los dados las cartas y la rayuela... están bien. El corre que te pillo tiene un pase, pero eso es todo.
Pero hay un juego al que jamás hay que jugar. He dicho JA-MÁS.Aunque os lo proponga vuestro mejor amigo. Me refiero a dejarse sepultar en un bloque de hormigón.
2 comentarios:
Mejor que la nocilla imposible. Y no hablo de Sorpresa Sorpresa
eso me suena a peli, me equivoco?
1saludo.
bonito blog:)
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